lunes, 30 de noviembre de 2015

cata de champagne

Tras el éxito de la cata que organizamos  con Juan Manuel Martín-Hidalgo y sus vinos de Jerez, y ahora que dispongo de algo de tiempo, ya era hora de hacer algo parecido y en condiciones. Así que éste es el relato.

En primer lugar nuestro agradecimiento más sincero a Luís Galán, de Viñafiel, sin él esta cata no habría sido posible. Nos puso en contacto con el sommelier, Daniel Ramos, que nos explicó maravillosamente las propiedades de los distintos vinos y que él derivó de una cata a un maridaje como ahora contaremos.

Daniel Ramos en plena disertación

En segundo lugar, nuestro agradecimiento al personal del club, siempre dispuesto a hacernos la estancia más cómoda y agradable.

Fue convocada la tertulia y el grupo de Antonio. Algunos no pudieron asistir por diversas causas pero los demás nos presentamos a esta, en principio, apasionante convocatoria: Ramón, Juan, Íñigo, Manolo F, Manuel B, Carlos, Perico, Alberto, Ñapi, Salvi, Nicolás, Tulio, Cristián, Jaime y Monchu.

parte de los comensales

La idea primitiva de hacer una cata, por sugerencia de Daniel, se convierte en un maridaje. Ya que nos íbamos a quedar a comer nos propuso que conocido el menú aportaría el vino correspondiente. Tras darle una serie de vueltas decidimos que el menú de ese día sería el siguiente:

Queso y jamón
Chipirones en su tinta
Roastbeef
Piper Heidsieck

Empecemos.

El primer espumoso fue champagne Piper-Heidsieck que regó los 4 tipos de queso, a cada cual mejor (brie Bargader de Bavaria, parmeggiano reggiano 36 meses curado, oveja con boletus de Soria y cabra viejo de los Pedroches) que Antonio aportó de su empresa Sequesa, y jamón. Champán de la zona de Reims, brut de uva pinot noir y me llamó la atención que estuviera hecho con 100 champagnes.

Daniel acertó de lleno con el maridaje, es un buen profesional, puesto que conectaban muy bien los sabores de los quesos y del jamón con este espumoso francés. Realmente se potenciaba en boca y destacaban los distintos aromas.

Me gustó mucho y no fui el único. Cayeron las 6 botellas.
Chipirones con arroz
Mumm Rosée
Con los chipirones en su tinta, y su arroz en blanco, iba de maravilla el Mumm Rosé que Daniel había sugerido. Gran espumoso, de la misma zona de Reims (los 3 provenían de esta región) que levantó división de opiniones: para unos el mejor, para otros el menos malo (aquí me incluyo yo). Pero da igual ya que nos bebimos las 6 botellas lo que da idea de la calidad del vino (ya sé que algunos lectores mal pensados tienen una idea muy equivocada de nosotros pero para que quede claro, si no está bueno no nos lo bebemos -ni comemos- no somos ni tan borrachusos ni tan comilones). No te rías.

Roastbeef
Barons de Rothschild
Evidentemente el ambiente era magnífico y la exaltación de la amistad florecía en cualquier rincón del salón pero, desde mi punto de vista, quedaba lo mejor: el roastbeef y un barons de Rothschild de quitarse el sombrero. El roastbeef porque lo había hecho yo y punto (aunque no lo corté). En cambio, no tuve nada que ver con la elaboración del champán pero qué bueno estaba. Es la bodega más joven de las que catamos, del año 2009, pero la calidad de sus vinos es acorde con la de las bodegas de Burdeos de la misma casa. La uva es mayoritariamente chardonnay y con aroma a frutas que era una delicia al paladar. Me encantó. Pensé en esconder alguna botella para llevármela a casa pero fue imposible, algunos de los comensales no me dieron ni la opción ¡¡¡cómo bebían los cab...es!!! Por supuesto, cayeron las 6 botellas. Para mí, el mejor (y el más caro pero de precios no hablemos que es muy ordinario).

Cadáveres, no todos
La foto que viene a continuación es del principio de la cata, a medida que transcurría y avanzaba el maridaje dejamos de hacer fotos por motivos evidentes, estábamos dedicados en cuerpo y alma a atender a Daniel y verificar in situ que la teoría contada por él se reflejaba en el líquido espumoso que pasaba por nuestros gaznates. Cuando ya había pasado una determinada cantidad de ese líquido color oro ni nos acordábamos de que podíamos hacer fotos (y si las hay, no se ponen y ya está). Por último, recomiendo que os paséis por la tienda que Viñafiel tiene en la calle Arfe donde os atenderán estupendamente, y si os hacéis socios (gratis) disfrutaréis de un descuento en vuestras compras

la otra parte de los comensales

 Bueno, pues nos despedimos no sin antes participaros que realizaremos una nueva cata próximamente de lo que, como es costumbre, daremos fe en este blog. Au revoire!!!


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