¡¡¡Parece que nadie quiere ser Presidente del Gobierno de mi querida España!!! Eso nos pasa a los españoles por votar de la forma que lo hacemos, casi siempre en contra de alguien.
El viernes asistimos a dos jugadas maestras de estrategia política o si preferís el símil de los juegos de cartas, un órdago o farol. El peligro es que tus adversarios lo vean antes de tiempo.
Primero le tocó al camarero que acudió a la Zarzuela (me da igual que seas republicano y de ultraizquierda pero la educación y la cortesía no están reñidas con la ideología) que dejó noqueado a Pedro Sánchez cuando en rueda de prensa le montó el gobierno, dando a entender que quien realmente mandaba era Pablo Iglesias. Toda una humillación pero expresado en tono tan arrogante que veremos qué pasa. Sigo pensando que al de la coleta lo que le interesa son elecciones ya.
Y, luego, para mi sorpresa, el paso a un lado, temporal, de Rajoy. Por una vez, y sin que sirva de precedente, se ha movido estratégicamente pasando la pelota a Sánchez. Esperemos que la estrategia no se quede en táctica.
Doble presión externa para Sánchez, al que le espera un comité federal convulso si no llega a él con un pacto de gobierno. Si lo consigue antes del 30 no le pasará nada. El poder une porque reparte cargos y prebendas. Otra cosa será lo que aguante ese gobierno.
En resumen ¿qué puede pasar?
1. Gobierno de Sánchez con Podemos y demás partidos de izquierdas e independentistas.
2. Gobierno de Sánchez con Ciudadanos y PP. Posible pero improbable.
3. Gobierno de Rajoy en minoría. Corta vida.
4. Gobierno de PP, PSOE y Ciudadanos, la gran coalición. Dudo que lo presidan Rajoy o Sánchez ¿entonces? Otra persona ¿Rivera?
5. Elecciones en primavera.
Sobre la primera opción, que es de las más probables, creo que durará poco tiempo por las tensiones que se van a generar de tipo territorial e internas entre los partidos y, además, ¿creéis que Europa nos consentiría un considerable aumento del gasto público como propugnan los partidos de izquierdas cuando nos exigen desde Bruselas un recorte de 10.000 millones de euros? El ejemplo griego es clarividente (también en lo que a Tsipras se refiere y pienso en Iglesias).
La gran coalición sólo tendría un objetivo: hacer reformas constitucionales y económicas para hacer frente al desafío independentista catalán (y vasco y gallego...) y que no se estropee la economía. Una vez ejecutadas, se convocarán nuevamente elecciones.
En definitiva, los españoles iremos de nuevo a las urnas o bien dentro de unos meses o bien el año que viene.
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