martes, 7 de enero de 2014

Tertulia de Navidad 2013

¡Qué me gusta una buena reunión de amigos alrededor de una mesa! Por supuesto, con algo de comer y de beber. Y, al mismo tiempo, ¡qué poco me gusta que nos acordemos de los “amigos” en Navidades para quedar con ellos! Parece que no hay más fechas en el año. De esta manera tan fina y elegante os explico porqué hemos tardado tanto tiempo en organizar la tertulia de Navidad.

Vamos a ello. Debido a la intensa y apretada agenda de estas fechas decidimos retrasar nuestra tertulia de Navidad a primeros de año. Además, previendo que estaríamos ahítos de comida, algunos de nosotros realmente sobresaturados, creíamos que lo más conveniente para nuestra salud era una comida ligerita en plan tapeo, con mucha verdurita. En síntesis, una comida saludable. La respuesta del chefenlaonda fue contundente y precisa: “yo tengo que hacer unas alubias”. ¿Hay comida más sana que unas legumbres?. Esto nos reafirmaba en la idea de preparar un aperitivo ligerito para disfrutar del plato principal.

La mañana del día D, Juan y yo nos repartimos el trabajo. Desgraciadamente, el chef Paul Beká no podía venir ya que tuvo un accidente de moto el día anterior. No se partió nada afortunadamente, quedó en un gran susto, muchos moratones y fuertes dolores pero gracias a Dios hoy está otra vez dando guerra. Decía que nos repartimos el trabajo, siempre con la condición de comprar cositas ligeras. A la 1 de la tarde, el chefenlaonda y un servidor estábamos en la cocina con los preparativos. Juan llegó al poco tiempo. Tras la puesta en común de las vituallas que aportábamos cada uno, confeccionamos el menú ligerito para la tertulia de Navidad. Cada uno con su tarea y a esperar que llegaran los contertulios.

Sardinillas sobre tomate gelé
Para hacer más amena la espera, nos servimos una copita del tío universal y, porqué no reconocerlo, catamos las delicatesen que teníamos a nuestra disposición. Magníficas provisiones, sin excepción. Después de un par de copitas, me pasé a la bebida sevillana. Primer botellín de Cruzcampo.

Lomito y morcilla de Coripe
Van llegando los primeros tertulianos, Jaime y José Luis, que trae un plato preparado por tía Regla: sardinillas sobre tomate gelé con berros. Riquísimo. Llegan Luismi y Perico. Probemos el lomito ibérico que he traído. Rico, rico. Teóricamente era un lomo de presa pero no era igual que el que llevó Paul Beká a la tertulia de Sanlúcar. Creo que no me entendieron y me dieron un lomito ibérico, muy bueno, pero no era igual. En lo que no había duda alguna era en la morcilla de hígado de Coripe. Magnífica para el colesterol pero que queréis que os diga, ¡me encanta! Como véis, chacinas ligeritas con poca grasa. 


Mejillones
Por si alguno no me cree ya que he afirmado que el menú era saludable, aunque sé que no dudáis sobre la credibilidad de lo que digo, llegó el turno de los mejillones que había comprado esa mañana. Imperiales, no hay otra palabra para describirlos. Su precio también era imperial. Segundo botellín.

Patés
Juan había comprado también unos patés, concretamente tres: de espárragos, de boletus y trufa y de aceitunas y almendras. Todos muy buenos. Llegan los que faltaban: Luis y Enrique. Estábamos todos puesto que Tulio, Ramón, Alberto y Salvi no podían venir. Era la hora de sentarse a la mesa. Mientras los contertulios hablaban y cataban las “petite pijaditas”, el chefenlaonda, con la ayuda inestimable del pinche internacional, no sólo le daba cariño al plato principal que se iba haciendo poco a poco en el fuego, sino que preparó otro plato del que dimos buena cuenta. Se trajo unas alcachofas de su Alacena, que las cocinó con ajito y un buen chorreón de Tío Pepe (como no podía ser menos fui generoso en el rociado). Soberbias. Tiernas. Sabrosas. Espectaculares. Para ponerles un piso en la Castellana. ¿Nos os decía que el menú era ligerito y saludable?


Antes de sentarnos ya se había abierto la primera botella de Viña Alberdi ¡qué me gusta este buen vino! Con las alcachofas cayó la segunda botella. Estábamos listos para las alubias. Alubias rojas de la Rioja con su acompañamiento. 

Alcachofas

Pringá
Se había retirado de la gran olla el chorizo, la morcilla y el tocino y nuestro Juan, con gran paciencia, maña y destreza lo había picado todo para hacer una pringá que, tras rociarlo con caldo, la metimos en el horno, a baja temperatura, para que no se enfriara. Cuando el chefenlaonda observó que las alubias habían tomado el inconfundible color chocolate, tras su lenta cocción, y tras la cata que hizo el prestigioso equipo de pinches (curiosamente los tres coincidíamos en que el punto de cocción es aquél en el que haya un suave crujido en la primera masticada y, a continuación, la alubia se deshaga en la boca, si no hay un primer crujido entendemos que nos hemos pasado –en cambio, para otros contertulios les faltaba un poquito-) se retiraron del fuego y las llevamos a la mesa. ¡Qué finas y exquisitas estaban las alubias! Prácticamente todos le añadimos la pringá. Tercera y cuarta botella del tirón.

Alubias
Todavía estábamos saboreando las alubias cuando llegó la hora del postre. Nada, algo ligerito pero no puede faltar el magnífico tocino de cielo. Café, puro y copita sin mucha graduación ya que todos teníamos que hacer compritas, ya me entendéis.

Así que tras una animadísima conversación sobre lo divino y lo humano brindamos por el nuevo año que empieza y porque sea mejor que el año que acaba de terminar. 
La Tertulia os desea un Feliz 2014.

Tertulia

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