lunes, 30 de noviembre de 2015

III Guerra Mundial

He querido dejar que pase algo de tiempo para templar mi ánimo antes de opinar sobre los salvajes atentados de París.

Creo que estamos ante la III Guerra Mundial, entre el terrorismo islamista y el resto de la humanidad. No es de ahora pero parece que parte de la sociedad se está dando cuenta que o luchamos todos unidos contra estos salvajes y los destruimos o ellos nos matarán a nosotros. Esa es la elección, o ellos o nosotros.

Nos enfrentamos a un enemigo que está en casa, que no sabemos quién es, que no está en un campo de batalla por ahí perdido, que golpea cuando y donde puede...lo que hace esta guerra muy difícil. Además, cuenta con el apoyo de personas que no se han integrado en nuestras sociedades, que no entienden nuestro sistema y valores. Para muchos de ellos la democracia es un concepto cristiano, no musulmán, y no entienden la libertad como nosotros. Se aprovechan precisamente de nuestra libertad para intentar someternos. Y este es el peligro, que generalicemos convirtiendo a todos los musulmanes en terroristas.

Esta guerra no se gana sólo con bombardeos aéreos. Hace falta un ejército en tierra, que luche palmo a palmo sobre el terreno para destruir a estos terroristas. Pero, además, se necesita de otras medidas no militares para evitar que nuevos musulmanes decidan ser terroristas antes que buenos musulmanes. Tenemos que ayudar al Islam moderado y al Islam laico como puede ser el caso ejemplar de Túnez. Ellos son las principales víctimas de los fanáticos y bárbaros asesinos del Daesh y demás ralea.

Tenemos que cortar sus fuentes de financiación, no sólo las del mundo árabe sino también las del mundo occidental que compra petróleo a muy bajos precios a estos salvajes, dinero con el que se financian (no hablo de los servicios de ¿inteligencia?).

Y, por último, hemos de estar unidos y firmes ante el terror dejando bien claro que quien no se quiere integrar en nuestra sociedad no tiene sitio aquí.

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