martes, 17 de enero de 2017

Zorzales

Casi dos meses sin escribir pero creo que va a merecer la pena porque hoy toca ¡comida!
zorzales

los cocineros




















Aprovechamos el ofrecimiento de Salvi, que tenía unas cuantas docenas de zorzales para organizar una comida de amigos en el mejor club del mundo, el mío. Como la comida tuvo lugar en medio de las Navidades y ante la previsible saturación digestiva de los comensales, se decidió, prudentemente, elaborar un aperitivo muy ligero.


El día de autos, Paul Beká y un servidor, nos acercamos a comprar ese aperitivo. No miento, fue muy comedido: unas anchoas y unos mejillones. Ya está (por cierto qué buenas están las anchoas que vienen en una pandereta del Mercadona). Sencillo y ligero.


zorzales en acción

Llegamos a la cocina con no mucho tiempo ya que los zorzales en vez de fritos, como teníamos pensado, lo íbamos a guisar al estilo jerezano y la cocción requiere no menos de hora y media. Lo primero era cortar la panceta para rellenar los zorzales. Uno a uno hasta 60. Me tiré un buen rato (no recuerdo los minutos pero sí cayeron 3 botellines). Mientras yo hacía esa paciente labor, el chef Beká pochaba más de 15 cebollas dulces y un par de zanahorias como sofrito para los pájaros. Uno a uno, con la delicadeza propia de un cocinero con más estrellas Michelín que toda la nouvelle cuisine junta, nuestro chef colocaba los zorzales en la olla, muy pegaditos los unos a los otros para que todos tocaran el fondo y no se montaran uno encima de otro. Salpimentar, unas especias y fuego. En conclusión, tanta delicadeza supuso que nos darían las 4 para comer...y sin aperitivo.

Solar de Tejada

Ya sólo faltaba cubrir los pajaritos y que aquello empezara a hervir. Fueron cubiertos y no precisamente con agua, yo creo que ni una sola gota, que para eso eran al estilo jerezano. Ea, botella de oloroso y otra de fino. Hasta arriba y a esperar.

Luismi trajo un tinto muy curioso Solar de Tejada, rioja de la centenaria bodega de Carlos Serres. Buen vino.





Y mientras...llegaban los contertulios. Jaime, Juan, Luismi, Ramón, Monchu y Luis. 9 comensales y 60 zorzales. De aperitivo, un par de anchoas y otro par de mejillones, aceitunas y almendritas. Pidieron un poquito de queso. Una hora de charleta y casi sin comer ¿cuándo estarán esos pájaros? ¿aquí no se come? Nervios, tensión, un poquito de paciencia que ya queda menos.
Los probamos y por fin ¡podemos comer!



zorzales con arroz blanco y patatas fritas


Cava Recaredo
Los zorzales iban acompañados de arroz blanco y patatas fritas, guarnición hecha por los empleados del Aero. Ah y se me olvidaba comentar la discusión que nos llevó mucho tiempo por la importancia del asunto antes de tomar una salomónica decisión: ¿pasamos la salsa? Se pasó una parte, que era mi propuesta y otra, no. Que cada uno eligiese.

Para ser la primera vez que hacíamos los zorzales no os podéis imaginar cómo salieron de buenos ¡es-pec-ta-cu-la-res! de verdad. Cayeron todos, sin excepción.



El postre, cortesía de la casa, mantecados y polvorones, fue acompañado de un magnífico cava Recaredo. Fue un día estupendo, con una amplia sobremesa en la que organizamos la próxima tertulia de la que daré cuenta próximamente.




3 comentarios:

  1. Apreciado Don Felipe,

    Excelente elaboración,inmejorable explicación de los pasos y discutible guarnición.

    pd:Patatas congeladas es pecado.

    Cordiales saludos,

    Adrián Cardoso

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  2. Mis disculpas,

    Tras limpiar los oculos veos con son "papas de verdad"

    Un abrazo,

    Adrián Cardoso

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    Respuestas
    1. ¿patatas congeladas? ¿Por quién me tomas? Menos mal que has rectificado a tiempo, si no te aparece suspendida Derecho Empresarial jeje

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