En España confluyen 3 crisis casi de manera simultánea:
financiera, inmobiliaria y productiva (o competitividad). Muchos economistas
explican sus causas y sus consecuencias. Aquí, modestamente, me atrevo a
relacionarlas. Lo he dividido en varios artículos que iré periódicamente
publicando.
En los inicios del euro se inyectó gran cantidad de
dinero en Europa para ayudar a Alemania en su salida de la crisis derivada de
la "compra" de un país hermano (aparte de la ampliación del euro hacia el este). La gente no sabía qué hacer con tanta
liquidez, con tanto dinero prestado y tan barato. Ese dinero se fijó en un
país, nuestro país, donde había un sector económico que funcionaba
relativamente bien y que no paraba de crecer: la construcción. Se construían poco
más de 200.000 viviendas anuales y todo se vendía, incluso antes de empezar su
construcción, sobre plano y, por lo tanto, los precios subían mes a mes. Algunos
pensaron ¿y si construimos 600.000 viviendas? Aquí está el dinero muy baratito, seguro
que aparte de los españoles hay extranjeros que a esos precios compran y,
además, en la misma moneda.
"Desgraciadamente" para nosotros, en la
Administración Clinton también pensaron que se podrían adquirir viviendas y
tirar de su economía nacional. Esto sí que suponía un cambio radical de
mentalidad en el americano medio. Se llegan a vender viviendas a ciudadanos que
no podían pagarlas con su correspondiente préstamo hipotecario (aquí también).
Mientras el precio de la vivienda siguiera subiendo no había problema ya que si
se ejecutaba la hipoteca el banco se adjudicaba una vivienda cuyo valor era
superior al crédito hipotecario. Incluso te daban más dinero del necesario y
con ese sobrante te comprabas un coche nuevo y una lavadora (aquí también). Eso
para un político es crecimiento económico.
El asunto se complicó porque algún listo pensó que se podían
hacer paquetitos de hipotecas variadas, muchos listos esparcieron esta basura
por el mundo y demasiados avariciosos compraron esta basura. Así lo explicaron en su momento, con humor.
Esta basura llegó
a España. Y esa realidad era muy parecida en nuestro país aunque superada por
la reconocida capacidad imaginativa ibérica. El negro desempleado de Alabama se
convierte en el NINJA español. Así lo explicaron en su momento, con humor.
Continuará
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