martes, 25 de febrero de 2014

Tertulia en Pineda

En la Tertulia de enero quedamos en organizar la siguiente en el Club Pineda por varios motivos que no vienen al caso pero nos venía muy bien un cambio de aires y no preocuparnos de pensar qué cocinar, qué comprar y dónde. Además, el actual Presidente del Club Pineda es amigo nuestro y era una oportunidad estupenda de disfrutar de las instalaciones de otro club de la ciudad del que la mayoría de los tertulianos somos socios.

Nos pusimos de acuerdo rápidamente en la fecha con D. José Antonio García de Tejada, Nono para los amigos, y diseñamos una visita a las instalaciones del club, previa a la comida. Con todo acordado, la Tertulia fue convocada en tiempo y forma.

¡Chica, sonreid, una foto!
Recogí a Carlos y a Jaime y nos fuimos a Pineda. Nos esperaba Nono en el Picadero y cuando llegamos ya estaban allí Pablo y Salvi. En la puerta estaban a nuestra disposición dos boogies para realizar el recorrido, que lo iniciamos cruzando los boxes y dirigiéndonos directamente al hipódromo. El Presidente del Club nos daba las explicaciones pertinentes y nos contaba el origen militar del mismo. Antes de llegar al campo de golf nos acercamos a la zona infantil, pistas de tenis y de pádel, cuarto de palos. Hicimos un breve recorrido por los hoyos 1, 2 y 18 rodeando el tee de prácticas y nos encaminamos a la casa club. Hicimos una parada para ver las magníficas instalaciones del gimnasio, piscina cubierta y vestuarios y vuelta al punto de partida. Tras las últimas obras, y las que están todavía en ejecución, el club realmente ha mejorado y se nota, por lo que felicitamos vivamente al Presidente.

Tribuna hipódromo Pineda
Con esta alegría (es importante para un socio saber que su cuota mensual se invierte en mejoras del club) nos dispusimos a tomar el aperitivo en el Picadero. Cervecita, copita de Tío Pepe y oloroso con unas patatitas y aceitunas mientras esperábamos que llegara el resto de contertulios. Al poco aparecen Luismi, José Luis y Tulio y nos pedimos un plato de lomo y otro de jamón. Ambos muy buenos. El Presidente de Pineda tiene el detalle de invitarnos al aperitivo y para no abusar decidimos que ya es hora de movernos y nos vamos al restaurante en la casa club a almorzar. Allí nos tenían preparada una mesa para la Tertulia. 

Llegan Perico y Ramón. Ya estábamos todos puesto que no podían asistir Enrique, Alberto y Juan. Luis, en cambio, se incorporaría al café. Pedimos varias entradas a compartir y cada uno su plato, todo ello regado con un magnífico vino como es Viña Pomal. De postre, yo no tenía ninguna duda, el posiblemente mejor tocino de cielo del mundo que se puede comer en un restaurante (con permiso de la suegra de Ramón y del Aero, todos ellos están fuera de categoría). Como había anunciado, al café llega Luis.


Como es tradición en nuestra Tertulia y así hacemos con nuestros invitados, se le hace entrega al Presidente de Pineda de un detalle y se le ofrece firmar en nuestro libro de visitas. Tras lo cual, comienza oficialmente el clinquineo y una sobremesa, larga, muy larga, en la que se habla de lo divino y lo humano y arreglamos todos los problemas del mundo mundial. Bueno, quizás he exagerado un poco, no todos los problemas los arreglamos y normalmente creamos otros que den pie a la convocatoria de una nueva tertulia de la que mis queridos lectores serán informados en su momento.


La Tertulia con nuestro invitado José Antonio García de Tejada


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