Nuestro invitado, en esta ocasión, era Luis Miguel Martín Rubio, más conocido como Luismi. Personaje de singular trayectoria bastante desconocido y con una agenda de contactos casi vacía. Lo que se llama un recién llegado. Tras la cervecita en la barra pasamos al comedor, a comer como Dios manda. La entrada consistía en unos huevos fritos con patatas y taquitos de jamón y las habitas. Cada uno se pidió su plato.
Dejamos que comiera algo, un poco de cortesía con nuestros invitados, y antes de llegar a los postres entramos en materia ¡qué bien nos lo pasamos! Creo que nuestro invitado también disfrutó (de hecho nos dijo que sobre las 4,30 se tendría que haber ido y fue directamente a un acto que tenía a las 8). No pude degustar mi copita con tan agradable, y divertida, sobremesa porque fui a preparar la defensa de mi tesis que la tenía al día siguiente.
Nos contó muchas cosas, memorable la historia del animal tipo gorila, y tras el café le hicimos entrega de un obsequio para que recuerde con cariño su paso por nuestra tertulia. Nos veremos pronto.
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