martes, 24 de enero de 2017

Tertulia con Gay de Liébana

Hoy toca escribir sobre una tertulia inolvidable. Espero saber transmitir en estas líneas el entusiasmo a raudales de la comida y posterior sobremesa en animada conversación ¡magnífico día! Pero empecemos por el principio.


Conversación
Llevaba yo un tiempo detrás de nuestro invitado al que conocí en una charla que dio a empresarios y profesionales sevillanos en el Instituto Cajasol hace, más o menos, tres años. Cuando terminó me acerqué, con mi habitual desparpajo, y le solté a quemarropa el rollo de mi tertulia. Fijaos si nuestro invitado es encantador, que me dijo que por supuesto que sí y me dio su email para mantener el contacto. Así que no solté la "presa" y periódicamente le enviaba un correo electrónico en el que le invitaba a nuestra tertulia si algún día volvía por Sevilla. Y me contestaba. Pero no había forma de concretar una fecha. Hasta que...empieza a colaborar con Herrera en COPE. Así que a través de nuestro locutor de cabecera fuimos encauzando nuestras conversaciones, acotando posibles fechas y ¡por fin! cerramos el día.


Dos monstruos: Carlos Herrera y José María Gay de Liébana

Uno de los debates previos a la tertulia fue si cocinábamos o si volvíamos a nuestros orígenes. La conclusión fue unánime: nadie quería perderse un detalle de esta tertulia mientras cocinaba por lo que decidimos comer en el restaurante.




Con una puntualidad desusada en nuestros lares, la Tertulia esperaba en las instalaciones del Real Club de Andalucía, el Aero, copita en mano y comentábamos con gran ilusión que podía ser uno de esos días para el recuerdo.


Entrega de los pasadores
Nada más llegar nuestro invitado, D. José María Gay de Liébana i Salutas por parte de madre, acompañado de Carlos Herrera, lo primero que quiso conocer, aparte de las instalaciones del Club, era la cocina en la que nos damos esos homenajes gastronómicos que él había visto en mi blog. Le aseguré que la próxima vez que venga, cocinaremos en su honor y comeremos en la mesa redonda que tanto le gusta.




Gay de Liébana firmando en el libro de la Tertulia
Tras tomarnos una cerveza, José María no bebe nada de alcohol (se hartó de Coca cola zero), y sin más dilación, nos sentamos a la mesa. La conversación se inició de inmediato, con una cercanía y sinceridad propias de amigos de toda la vida. Poco a poco nos fue contando su dilatada trayectoria personal y profesional y de repente, con las bandejas de huevos rotos con patatas y jamón encima de la mesa, ya estábamos hablando de nuestra querida España. Fundamentalmente la charla giraba en torno a aspectos macroeconómicos (qué cabeza más bien amueblada tiene José María) comparando constantemente datos de diversos países.


Entusiasmo a raudales
Analizó los problemas estructurales de nuestra economía y la conversación nos llevó a hablar del futuro de todos nosotros. No olvidamos en nuestra tertulia la situación catalana, que él vive, y sufre, por su doble y orgullosa condición de catalán y español (también periquito ¡eso sí que es sufrimiento! jeje). En resumen, que resolvimos todos los problemas del mundo mundial sin excepción alguna y con unos razonamientos impecables. Al final de la tarde todos éramos verdaderos "expertos" gracias a la sabiduría y especial manera de transmitir sus conocimientos de nuestro invitado, se nota que es muy buen profesor.

Antes de que se marchara de vuelta a Barcelona, le entregamos el habitual obsequio, unos pasadores con sus iniciales de Enrile, y firmó en nuestro Libro de Invitados.

Fue una Tertulia que rebosó entusiasmo a raudales y los abrazos no fueron virtuales. Nos volveremos a ver. Fue todo un placer ¡Hasta pronto José María!



La Tertulia con José María Gay de Liébana

No hay comentarios:

Publicar un comentario