Sólo quería expresar lo orgulloso que estoy de ser compatriota de Ignacio Echeverría y de Rafael Nadal.
Ignacio es un ejemplo de valentía y de ayudar al que sufre, sin importarle nada, dándolo todo, sacrificando hasta su propia vida. Y su familia así lo educó, y lo entendió (durísima lección la que nos han dado).
Rafa es el ejemplo de la superación, del esfuerzo, del duro trabajo y las ganas de ser mejor. La constancia, la voluntad y el deseo de luchar por lo que crees siempre tiene recompensa.
Ambos son ejemplos para nuestra juventud (y para los menos jóvenes también).
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