Dicen que los escritores se deben a sus lectores. Pues bien, yo no soy escritor ni lo pretendo ser pero han sido muchas las personas, de verdad que no es broma, que me comentaban que echaban de menos mi blog. He tardado en comprender que da igual el número de lectores, lo importante es que basta que una persona quiera leer algo que uno escribe para estarle eternamente agradecido.
Dejé de escribir hace unos 3 años por diversas razones pero básicamente se pueden resumir en falta de tiempo y de ganas.
Falta de tiempo porque profesionalmente y gracias a Dios, me van bien las cosas y hay meses que mi disponibilidad para escribir es muy limitada. Esto de escribir no es un talento que Dios me ha dado sino que requiere su tiempo y tranquilidad.
Y falta de ganas, si alguno está muy aburrido que busque posts antiguos y verá cómo cuando hablo de mi querida Patria, España, lo hago de una manera pesimista. Hace tiempo que no "veo" un futuro halagüeño. Creo sinceramente que el 11M nos hizo peores y heridas que nuestros abuelos cicatrizaron con sacrificio y en aras de hacer un país mejor, sus nietos llenos de ignorancia y sectarismo nos estamos encargando de volver a las andadas.
Si a eso le sumamos mi faceta de profesor universitario en la que trato a unos 350 jóvenes anualmente, que cada año llegan peor preparados porque son víctimas de un pésimo sistema educativo y son la élite española, mi percepción del futuro no puede ser optimista. Y hay muy buenos chavales pero están empanados, son muy fáciles de manipular porque no tienen criterio ni existen filtros.
Prometo escribir poco y que mis palabras no rezuman pesimismo sino todo lo contrario.
Gracias querido lector por llegar hasta aquí.