lunes, 8 de abril de 2013

Homenaje gastronómico primera parte

Todo empezó en la comida de Navidad, de la que dí cumplida cuenta en este blog. En nuestra tertulia contamos con dos afamados artistas culinarios que presumen de hacer extraordinarios arroces en los más variados estilos. Así que se retaron con nosotros de testigos. No veíamos el día en que llegara a realizarse.
En Semana Santa llamo a Carlos y me dice que el viernes 5 sería el día perfecto. Pol Beká está de acuerdo en la fecha. En principio, conseguimos fijar una fecha para el duelo arrocero entre dos afamados chefs, de fama internacional. Primer problema: ese día la cocina está reservada por el Presidente del Club. Primer problema resuelto: el Presidente del Club, don Enrique Moreno de la Cova, nos cede gentilmente su reserva para la tertulia. Ante tal muestra de generosidad, lo invito a participar en la misma, aceptando inmediatamente.

Ante la limitada capacidad de la cocina, nos encontramos con el reto de cocinar dos o tres arroces a la vez ya que el fuego tiene que llegar a todas partes por igual. Decidimos, creo que con buen criterio, que no era posible en la cocina de inducción y que teníamos que buscar un rosco que nos diera la posibilidad de preparar otro arroz al mismo tiempo que se utiliza la cocina del club. Pero nos surge la gran pregunta ¿qué arroz va a preparar cada uno?

Llamo de nuevo a Carlos y quedamos en pasarnos por el estudio de Onda Cero. Teníais que ver su mesa de redacción con una bandeja de chacinas que nos decía “cómeme”, fumándose un buen puro y hablando en la Onda a la vez que atendía los correos que le llegaban al ordenador y los whatsapps a su móvil. Carlos es la muestra más evidente de que el hombre puede hacer dos cosas al mismo tiempo. Un fuera de serie. Retomo el hilo. Al mismo tiempo que conducía su programa trataba con nosotros la organización del duelo arrocero. Por cierto nos presentó al gran Melgar y a Gary Bedell, el comisario del pabellón de Canadá en Sevilla durante la Expo que se enamoró de nuestra ciudad y por aquí se quedó (debe ser de los pocos guiris que ha salido de costalero). En conclusión, Carlos preparará un arroz abanda y una fideuá y Pablo un arroz negro. Yo me encargaría del vino y del postre. Les recuerdo, amados lectores, que soy un simple aprendiz de pinche.

En casa de Pablo hay un rosco y se acerca por el club para buscar el hueco donde colocarlo. Con la ayuda, inestimable, del personal del club deciden que el sitio perfecto es una esquina de la cocina. Superados todos los problemas organizativos sólo queda esperar que llegue el gran día.

Y ese día llegó. A media mañana los artistas culinarios, de fama internacional, y el no menos prestigioso pinche que esto suscribe estábamos manos a la obra en la cocina. Todos muy guapos con nuestros delantales y Herrera con corbata. Lo primero de todo era preparar los sofritos. Pablo nada más llegar había empezado a preparar el fumé con las cabezas de gambones. El sofrito del arroz negro ya lo sabía porque como sabrán mis seguidores, Pol Beká ya lo había preparado para otra reunión. Por tanto, teníamos curiosidad por conocer cómo el comunicador más influyente de España prepararía los suyos. Entre Carlos y yo dedicamos un tiempo en nivelar el rosco para que el fuego le llegara por igual a la paella en su integridad y una vez conseguido esto, el artista comenzó su obra. Creánme si les digo que nos llevó un tiempo decidir qué hacer primero. Carlos resolvió la duda, se empezará por el arroz abanda como aperitivo. Mientras se daba cuenta de él, se rematarían la fideuá y el arroz negro. Dicho y hecho. 
A trabajar.


Continuará mañana martes a la misma hora

No hay comentarios:

Publicar un comentario