jueves, 6 de junio de 2013

Hoy tocan migas y algo más

En la reunión de la tertulia de abril quedamos en realizar una especial a finales de mayo. Lo primero era cerrar la fecha que nos viniera bien a la mayoría y que la cocina del club estuviera libre. Una vez superados estos trámites, nos pusimos manos a la obra. 

En la pasada tertulia, Carlos propuso hacer unas migas. Propuesta que fue inmediatamente aceptada. Para acompañar a las mismas nada mejor que un huevo frito. De aperitivo no había tanto consenso aunque teníamos claro que debería ser algo ligerito que facilitara la ingesta y posterior digestión del plato principal. El día antes de la tertulia, llamé a nuestro proveedor de pescados y mariscos, Javi de la pescadería El Chipi de la calle Niebla, haciéndole un encargo especial y específico: determinadas características del material y un coste máximo.


El día de marras, por la mañana temprano, me llamó Javi para comunicarme que había cumplido con la misión y me acerqué para recoger el género, 1kg de gambas blancas y 2 kgs de langostinos de trasmallo. Todo fresco (los langostinos seguían vivos) y con aparente buena pinta. Lo dejé en el Aero y me fui a trabajar, porque yo trabajo y pago mis impuestos (por cierto, cada vez más ¿oído Cristóbal?. Menos impuestos, YA). 

Alrededor de la 1 y cuarto hice acto de presencia en el club, donde ya estaba Carlos y nos dispusimos a preparar las viandas. Lo primero de todo, el “sofrito” de las migas. Así que nos pusimos a trocear pimientos y aplastar dientes de ajo mientras se hacían los torreznos en el perol (eso sí que es un perol). Una vez alcanzado su punto, echamos los pimientos y ajo (hasta cinco cabezas) en el aceite. Después de un rato lo reservamos. Las migas estaban en una olla aparte y el chefenlaonda lo dejó preparado para irlo mezclando en cuanto llegaran los comensales. 


Hora de preparar el aperitivo. Mientras este conocido pinche se encargaba de llenar una buena olla de agua para el marisco, el chefenlaonda preparaba un alioli sui generis para acompañar a unas patatas canarias (la papa antigua de Canarias con Denominación de Origen Protegida). En una cacerola más pequeña echó agua con bastante sal y la puso al fuego hasta que la sal se diluyese. Teníamos por un lado, las migas y su acompañamiento (chorizo de León troceado y el sofrito) y por el otro, agua hirviendo en un fuego para el marisco con su salmuera preparada en otro recipiente; y agua hirviendo en otro fuego para las papas canarias. Todo listo para rematar la faena en cuanto fuera la hora. Primera copita de Tío Pepe, que animó tanto al chefenlaonda que decidió cocer las gambas. Naturalmente, había que probarlas no vaya a ser que no estuvieran en su punto. Primeras caras de satisfacción. La materia prima era realmente sobresaliente y el punto de cocción la mejoraba. Segunda copita. 

Empezaron a llegar los primeros contertulios José Luis, Juan, Luismi. Una cruzcampo, dos, tres…qué buenas están las gambas ¿y los langostinos? ¿Cuántos somos? Cinco, pues a cocer cinco langostinos al estilo sanluqueño. Juan tomó el relevo en los fogones. Langostinos magníficos aunque desde mi punto de vista y creo que esta opinión es compartida, las gambas eran realmente extraordinarias, algo mejores que los langostinos. Se incorporan Tulio, Salvi, Ramón, Enrique… era el momento de las papas ¡qué cosa más buena! Son unas papas muy pequeñas pero muy sabrosas. El chefenlaonda nos reclama para remover las migas. Migas al perol, chorizo, ajo, pimiento, tocino y poco a poco le vamos añadiendo el aceite para su ligazón mientras a cuatro manos vamos removiendo la masa. En otro fuego, se van cociendo más langostinos. Más cruzcampo. Ya queda menos. 
Señores habrá que ir abriendo el tinto de la casa, por supuesto Pesquera cosecha 2002. Muy bueno. 


Y apareció Jaime, por lo que ya estábamos todos. Faltaron a la comida Pablo, Perico, Alberto y Luis (éste apareció a la hora del café como nos había anunciado). Cuando ya habíamos dado buena cuenta del marisco (El Chipi seguirá siendo nuestro proveedor) y las papas, el chefenlaonda decidió que lo mejor era sentarse y servir en la propia mesa las migas. Previamente, habíamos pedido al personal del club, al que ya le agradezco su inestimable ayuda como siempre, que frieran unos huevos. Sabrosas migas con chorizo y huevo frito regadas con un buen tinto (hasta cuatro botellas). Disfrutamos de lo lindo y nos quedamos más que satisfechos. Pero la tarde seguía.

Faltaba el postre, misión recaída en Ramón. Bueno, preciso un poco más. Ramón hizo de mensajero porque realmente el postre que era un tocino de cielo lo hizo su suegra y ¡vaya tocino! ¡Espléndido! ¡Extraordinario! Estos fueron los calificativos más humildes que se escucharon. Realmente soberbio. 

Se inicia una agradable sobremesa en tertulia donde hablamos de lo divino y lo humano y quedamos en organizar una tertulia especial en el mes de julio de la que ya daré cumplida cuenta en este blog.

No quiero terminar sin expresar un especial agradecimiento a Tulio y José Luis.

2 comentarios:

  1. que sorpresa ver que Juan Cartaya y tu seáis amigos, cuando he visto su nombre y foto me ha sorprendido bastante , dos profesores míos de distintas etapas amigo... curioso. :):)

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    1. Alguien que comenta cosas de su interés quién eres??? Qué curiosidad, una alumna común y nos recuerda con cariño (o eso espero)

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