
Vamos al día de autos. La fecha se cerró con semanas de antelación para que el chefenlaonda pudiera ajustar su apretada agenda y participar en la tertulia. A media mañana Paul Beká ya se encontraba en las instalaciones del club preparando el plato principal. Yo llegué a la 1, después de dar clase de Derecho Empresarial, y ya estaban los cocineros preparando sus platos. Mientras Pablo preparaba un sofrito, Carlos estaba dorando ajitos en una cazuela de barro. Abrimos una sobrasada que traía Carlos que hizo de aperitivo para los cocineros y el pinche. Llegó Alberto y abrimos el Tío Pepe y el primer botellín de Cruzcampo.

Pablo tenía dominado los fogones y Carlos dejaba lista para gratinar en el horno la brandada de bacalao que serviría de aperitivo. En la cazuela se iba haciendo lentamente el bacalao. Llegaron Ramón, Luismi, Perico y Salvi. Más botellines. Y metimos la brandada en el horno mientras se tostaba pan donde untarla. Llegó José Luis, que aportaba un foie con compota de manzana que con tanto cariño había hecho tía Regla para nosotros. También tostamos unas rebanadas de pan con la sobrasada. Llegó Jaime con un compañero de trabajo, Juan Pablo, que comía ese día con nosotros. ¡Abramos el tinto señores!. La tarde anterior dejé 4 botellas de Pesquera 2002 pensando que sería suficiente. La tertulia se animaba y sacamos la brandada ya doradita. Empezamos a dar buena cuenta de ella untándola en el pan, pero yo acabé con Ramón comiéndola del plato sin pan ni gaitas. Estaba exquisita. El chefenlaonda se había lucido. Retiramos el bacalao del fuego. Seguro que pensáis que solamente bebemos y comemos. Bueno, la verdad es que en parte así es, pero unos cuantos machotes nos tiramos un buen rato batiendo el aceite puesto que íbamos a comer bacalao al pil-pil y es tela de cansao. ¡Venga otra copita!
Llegaron Juan y Tulio y ya estábamos todos y nos sentamos a la mesa: bacalao al pil pil y el foie con manzana nos esperaban. Ya habían caído 2 botellas de tinto antes de sentarnos. ¡Uf! aquello pintaba mal, el personal estaba sediento. Todo estaba muy bueno, a pesar de las complicaciones matutinas. Y nos faltaba el plato principal: garbanzos con chocos. Tiernos, tiernos y ricos, ricos. Muy bueno. No hay duda que Paul Beká tiene mano para los guisos. Cuando terminamos de comer habían caído 5 botellas de vino, las 4 de Pesquera y una de Ramón Bilbao (¡qué buen vino!).
De postre, un surtidito para el centro de la mesa con tarta de santiago, tarta de chocolate y tocino de cielo, les garantizo que uno de los mejores tocinos que se pueden tomar. Así y todo, uno tenía la sensación de no haberse puesto "morao", sensación compartida por otros contertulios. Todo ello da idea de las cualidades culinarias de los cocineros.
Brindamos por el Rey y por España con el Pedro Ximénez que había traído Juan de las Bodegas Pedro Romero y se inició una agradable tertulia en sobremesa con copa, café y puro en la que hablamos de lo divino y de lo humano. Hasta la próxima.



No hay comentarios:
Publicar un comentario