Hemos vuelto del verano y todavía no había organizado una comida y ya tenía a mis seguidores un pelín enfadados. Aquí estamos.

Un grupo de hermanos de la Quinta Angustia organizamos hace un año una tertulia, denominada Los Apóstoles ya que está limitada a 12 (los que cabemos en la mesa), que nos reunimos 3-4 veces al año. Quedamos a comer y hablar de fútbol y toros (jeje ¿alguien se lo cree?). Y tocaba la de inicio de temporada. Así que reservamos la cocina y al ataque.
¿Qué comemos? Esa es la pregunta que me hace mi mujer todas las noches para el día siguiente. Y una pregunta tan simple se convierte en complicada si te la haces todos los días. Cansa y te comprendo.

Volvamos a la cuestión. Pablo propuso hacer una fideuá según receta de Carlos Herrera. Bien, ya teníamos plato principal ¿y el aperitivo? Inmediatamente Jacobo ofreció anchoas y bonito que trae de sus vacaciones en Liendo, Cantabria. Y quedamos en buscar algún bichito. Menú apetecible.

El chef Pol Beká se encargó de hacer la compra porque ese día por problemas de trabajo (¿he dicho alguna vez que trabajo?) no le pude acompañar. Cómo nos temíamos, no encontró buen material porque con el mal tiempo es difícil que se pesquen los bichitos, es decir, que sean frescos, pero compró algo digno. A la 1 quedamos en el club y nos pusimos manos a la obra. Lo primero un fumé con caparazones de pollo, para la fideuá, y cocimos las gambitas. Y a encender el rosco. Nos llevó un buen rato nivelarlo y dejamos que se fuera consumiendo el foie fresco. Como tardaba mucho en deshacerse, el chef propuso que lo apartáramos, lo troceáramos lo máximo posible y lo esparciéramos al final del todo. Buena idea y así lo hicimos.

Doramos los ajos enteros, las costillitas, las salchichas y reservamos. La base ya estaba hecha y era el momento de abrir la primera cruzcampo. Llegaron Rafa y José Carlos con la botella de Oporto regalada por nuestros hermanos portugueses Carlos y Angelo y como teníamos poco vino, una botella de tinto valenciano, fueron a comprar algo. Volvieron con tres botellas de Ramón Bilbao. Excelente aportación.


Los contertulios fueron apareciendo poco a poco. Jaime, Borja. Es hora de tomarse unas gambitas. José Luis. Abrimos botella de Tío Pepe. Más gambitas. Llegaba la hora de la sorpresita. El chef había comprado unas castañitas, en Huelva las llaman almendritas, unos chocos, chipirones, sepia como las queráis llamar, que se comen en un bocaíto. A la plancha. Muy buenas pero alguien sugirió que con un poco de Tío Pepe mejorarían. ¡Y vaya si mejoraban! ¡Hombre!, llegaba Jacobo, el que traía el aperitivo. Se hizo de rogar pero la espera mereció la pena. Anchoas maravillosas, suaves y un bonito que, al principio, le echaron un poco de mayonesa que lo estropeaba. Con buen sentido se guardó la mayonesa para mejor ocasión. Disfrutamos de unas anchoas y un bonito del norte sencillamente deliciosos.

Mientras ocurría esto, habíamos encendido de nuevo el rosco y vertíamos tomate triturado. Añadimos el ajo "machacao", las costillas, salchichas y los fideos. Faltaba uno por llegar, y llegó Enrique. Ya estábamos todos y podíamos añadir el fumé. Las gambas iban cayendo, las anchoas y el bonito desaparecieron y las castañitas "¿dónde estaban las castañitas? ¿no habéis desayunado esta mañana?".
Abrimos el tinto de Valencia, de marca Laya, que fue una agradable sorpresa, tan agradable, que tuvimos que abrir inmediatamente el Ramón Bilbao porque cayó con demasiada alegría el tinto de Requena . Encima los contertulios tenían sed. Añadimos lo que quedaba de foie al fuego. Hora del reposo de la fideuá. Tomamos asiento y nos sirvieron un buen plato a cada uno.
Era la primera vez que hacíamos la fideuá así y aunque esté mal que yo lo diga, nos salió espectacular. Repetimos todos, un poquito nada más para cada uno y no quedó absolutamente nada. Un éxito.
Hablamos de cofradías durante la sobremesa, ¡qué le vamos a hacer, nadie es perfecto! Brindamos con el oporto por nuestros hermanos portugueses y quedamos en organizar la siguiente comida antes de Navidades. Atención al menú sugerido: judiones de la granja y solomillo al horno. Seguiremos informando
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